
El marfil en el siglo VXII era un material muy apreciado y decorativo que sólo lo utilizaban las altas clases sociales y las iglesias que a solicitud mandaban traer una o más imágenes en marfil de algún santo, las más solicitadas eran los Crucificados o Cristos de Marfil, los cuales embellecían los altares tanto en las iglesias como en los oratorios familiares de los palacios y Casonas limeñas, la palabra Marfil viene del árabe Cazmal Fil que significa: Hueso de elefante.
Éste fino trabajo era realizado en el oriente, los estilos eran el Hispano filipino y el indio portugués, por ello en algunos antiguos Cristos de marfil vemos los rasgos orientales que obtenían de sus elaboradores, la técnica utilizaba era de gran tacto artístico tanto asi que el marfil parecía cobrar vida ante la mirada del espectador, su brillante color blanco dejaba finas sombras entre los pliegues de detalles que con el pasar del tiempo delineaban marcadamente la belleza de la talla, en las fotos siguientes vemos un cristo de Marfil de fines del siglo XVII perteneciente a una colección privada, en el cual vemos a un agonizante Cristo de la Expiración mostrando sus finos rasgos faciales así como los detalles de las extremidades, dedos, pies, manos, venas y los pliegues del manto de pudor con la cuerda que lo sujeta, la corona de espinas y la sangre brotando por las heridas de los clavos, letrero de la cruz y parte de la calavera que adornaba a los pies de Cristo,

todo sobre una cruz de madera, la solemnidad de su arte y belleza adorna un altar que mantiene su antiguedad generación tras generación. Hoy en Lima existen muchos Cristos de Marfil tanto en colecciones privadas como en iglesias y conventos así como en Museos y casas Museos que comparten el arte religioso mediante el impecable marfil.
Pos lo general el cuerpo es tallado en una sola pieza a excepción de los brazos que son acoplados posteriormente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario